Se requiere planificar con antelación las auditorías internas, los programas deben ser aprobados y difundidos entre las áreas correspondientes (hacer públicos).
Yo añadiría algo más, siempre que sea posible, se deberían tratar “negociar” las fechas, sin perder de vista el cumplimiento de la norma y el bien colectivo, pero si el departamento auditado se siente partícipe de ese calendario, siempre estará mucho más receptivo el día de la auditoría.
Una vez aprobado, es crucial ceñirse al calendario y cumplirlo, de otra forma este perderá valor y creará confusión.